Entre las cuestiones que más obsesionan a los internautas está la de los anuncios online y su excesiva eficacia. Ahí está ese miedo recurrente a “nuestros móviles nos espían“, aunque los estudios han echado por tierra esa suposición. De hecho, casi se ha convertido en un problema de reputación para Facebook de forma específica, porque sentimos que en Instagram nos persiguen anuncios excesivamente específicos. La idea de que “Mark me espía” se ha asentado como una especie de elemento más del folklore publicitario online.
Pero ¿son realmente tan ajustados los anuncios? ¿Están las marcas segmentando tan bien que debemos asumir que solo podrían hacerlo gracias a un espionaje masivo y abrumador? ¿O están en realidad sirviendo anuncios que a veces parecen casi escogidos al azar, de una forma aleatoria y llamada a fracasar?
Teniendo en cuenta que en la última semana me han perseguido anuncios religiosos que en absoluto tienen que ver conmigo en una red social, casi me atrevo a dar por sentado que lo cierto es lo que apunta la última pregunta.
Un estudio reciente de eMarketer también apunta en esa dirección. Trabajar la identidad en publicidad digital se ha convertido en cada vez más complejo, por las regulaciones de privacidad y los cambios tecnológicos, y lanzar anuncios equivocados no es ya tan raro. El análisis de eMarketer parte de unas cifras de parcelLab: según sus cuentas, el 49% de los consumidores reconoce que ha sido segmentado de forma errónea en una campaña.
En qué fallan
¿Qué errores se cometen? Un 28% de los encuestados asegura que les mostraron anuncios que son para una edad que no es la suya y otro 28 publicidad para un género que no es con el que se identifican.
La cuestión es que estos errores, acostumbrados como estábamos a esa idea de “nos escuchan”, hacen que las reacciones sean un tanto desaforadas. Es decir, no lo vemos como un error publicitario o como una realidad sin más (en la televisión también vemos anuncios que no son para nosotros, pero no nos lo tomamos tan a la tremenda), sino que damos por sentado que algo se ha hecho mal.
Un 42% de esa gente que recibió anuncios incorrectos en internet asegura que se ha desuscrito del contenido de la marca en cuestión. Un 2% ha bloqueado en social media a la marca que les mostró anuncios erróneos.
Un problema ahora y mañana
Todo ello es ahora un problema, pero puede serlo aún más en el futuro, porque según eMarketer la industria solo está haciendo las cosas peores. Cada vez más se sirven más anuncios online y el gasto en publicidad en la red va en constante aumento.
Además, se van a sumar más y más espacios publicitarios. Los gigantes del retail quieren seguir los pasos de Amazon y vender publicidad, pero también las plataformas de streaming están capitulando ante los anuncios. En el futuro inmediato la publicidad se servirá en más y más sitios.
Pero mientras todo eso pasa las compañías no han arreglado los problemas de segmentación, que también irán a peor a medida que aumentan las medidas para proteger la privacidad. Acertar será cada vez más complicado y servir el anuncio erróneo más fácil.